Hace exactamente 10 años, aterrizábamos en una Bolivia festiva,
caliente, exultante, donde por primera vez, en la historia moderna un
presidente aymara conduciría los destinos de su pueblo. Con una vieja
cámara Bolex de 16 mm a cuerda, latas color y algunas blanco y negro
vencida registraba como en trance todo lo que me sorprendía, plantado
ante la auténtica América del Sur, esa que empieza donde termina
Argentina. Vanina Escales en El ensayo a la búsqueda de la imagen, hace una precisa lectura sobre Jallalla Bolivia.