El campo es y representa infinidad de cuestiones en este país. Es producción, trabajo, tensiones, disputas. Es fuente de ingresos y también de pérdidas. Ese mundo también produce cultura, una cultura que gracias al modelo extractivo y la “sojización” ha impactado de lleno en cuestiones laborales, cotidianas, en tramas sociales de pequeñas economías. Matías Sarlo es fotógrafo pero antes de dedicarse a las imágenes fue parte de ese campo que hoy se extingue. Ahora recorre aquellos sitios donde trabajó y otros similares buscando los restos, a modo de huellas, y los documenta a través de la fotografía. Descargar nota completa.